miércoles, 6 de junio de 2007

Mono, mono

Así son las camisetas de una marca que piensa local y actúa global.

Por REDACCIÓN REVISTA MIÉRCOLES!
Arepas de huevo. María mulatas. Nombres de rutas de buses como Prado Porvenir. Manos en acción jugando bolita uñita o papel, piedra y tijera. Juegos como el quemao, los chocoritos, o la lleva.
— ¿Me parecen familiares?
—Por supuesto.
— ¿Las estamparía en una camiseta?
—Tal vez.

Un monologo de este estilo durante un viaje por carretera hacia Bogotá llevó a Johnny Insignares, un comunicador social barranquillero de 23 años, a crear Mono, una marca de camisetas que recoge una serie de iconos 100% costeños y los convierte en referentes culturales que de inmediato evocan juegos de infancia y refrescan la memoria para retomar elementos de nuestro imaginario urbano. Todo lo anterior haciendo honor al ‘Ready to wear’ en una prenda tan sencilla como una camiseta.

Arte al encuentro de la moda o simple estética, lo cierto es que Insignares se asoció en su aventura creativa con un filósofo, Jairo Valencia, y otra comunicadora, Mónica Guerrero, para así sacar adelante la idea de hacer del estampado de una camiseta algo más que el simple logotipo de una marca.

“Pensamos que una buena manera de rendir homenaje a las cosas con las que hemos crecido era crear ilustraciones que pudieran circular por toda la ciudad”, afirma Insignares. “La camiseta era la prenda perfecta, el vehículo para contar un poco de nuestra historia urbana”.

Las prendas de Mono trabajan con un concepto creativo en el que de cada motivo sólo se estampan 15 prendas. Sobre esta ‘filosofía’, Insignares aclara, “nuestra idea es introducir un estilo muy caribe sin masificar cada diseño”.

¿Pensando en un look descomplicado que no lo haga lucir como si toda su ropa fuese comprada en una boutique de Miami? Piense en Mono.

Y es que este ‘Vintage’ caribeño que encarna un nuevo fenómeno de la moda como lo son las llamadas ‘Marcas alternativas’, le apuesta a prendas frescas y ‘looks’ descomplicados que hacen de la ropa informal una expedición por terrenos, si se quiere, más culturales y urbanos de lo que acostumbran otros diseños. Tal vez por eso en el pasado Carnaval las camisetas de Mono fueron arrasados por tropas de costeños que, venidos de Estados Unidos y otras ciudades del país, vieron en las prendas una manera de rendirle homenaje a la identidad Caribe.Para Insignares el proyecto busca que estos símbolos autóctonos se conviertan en iconos globales pero sin perder la esencia que hace que cualquier costeño se identifique con estas imágenes. “Nuestra consigna es ‘todo en español, nada en inglés’”, afirma.

Prendas frescas e informales con el afamado e importante toque de la identidad.
Por eso no se extrañe si en un café parisino, una calle de Nueva York, o aquí, a la vuelta de cualquier esquina, ve a un desprevenido caminante con la imagen de un raspao estampada en su pecho.